El gran reto de Internet para los maestros es que es imposible controlar toda la actividad digital de los estudiantes y la información que obtienen de la red, sin embargo, sí se pueden adaptar las reglas para que lo negativo afecte lo menos posible.
Actualmente, la rapidez del intercambio y obtención de información ha hecho que el proceso educativo en las escuelas se agilice, así como la interacción entre alumnos y maestros. Internet puede ser una herramienta muy útil en el salón de clases y representa ventajas para el aprovechamiento académico de los estudiantes:
- Resuelve preguntas de forma instantánea.
- Ayuda a reforzar conocimientos vistos en clase.
- Estimula formas distintas de aprender y crear.
- Da acceso a materiales de distintos países y con ello a culturas diferentes.
- Facilita la comunicación entre los maestros y alumnos.
- Está disponible las 24 horas del día.
- Da acceso a cursos y tutorías de forma gratuita.
- Provee servicios que fomentan el trabajo en equipo.
A pesar de todos estos beneficios, también existen situaciones que pueden comprometer la experiencia online de los estudiantes y que deben considerarse al momento de usar Internet como herramienta de apoyo en el salón de clases, claro ejemplo de ello, es la distracción en redes sociales y el plagio de información en las tareas.
El gran reto de Internet para los maestros es que es imposible controlar toda la actividad digital de los estudiantes y la información que obtienen de la red, sin embargo, sí se pueden adaptar las reglas para que lo negativo afecte lo menos posible, y sacarle a lo positivo el mayor provecho:
- Pedir a los alumnos que se citen las fuentes en sus tareas, para evitar que obtengan información de portales con datos falsos o desactualizados.
- Animar a los estudiantes a investigar sitios y plataformas distintas a las vistas en clase y así reforzar lo visto en el salón.
- Establecer tiempos para usar redes sociales una vez terminados los ejercicios o tareas en clase.
- Crear un portal o blog en línea para facilitar a los alumnos el contenido e información de los cursos.
- Usar materiales audiovisuales como apoyo durante clase o como parte de las tareas.
- Con ayuda de los alumnos, crear una lista de sitios con información confiable para que sirvan de apoyo al curso.
- Usar un calendario online con recordatorios sobre tareas y eventos especiales, para que tanto los alumnos como los padres de familia tengan acceso a él.
- Existen muchos juegos educativos en línea que pueden ayudar a que los alumnos más jóvenes tengan más entusiasmo por aprender.
Asegúrate de saber qué tan familiarizados están tus alumnos con el uso de Internet o si alguno necesita ayuda antes de comenzar una actividad online. Conoce más en safelearning.mx