Unión de padres, hijos y escuelas con el fin de crear una mejor cultura en la navegación e informar sobre las principales problemáticas que los avances tecnológicos están provocando.
El 15 de Junio del 2013 fue centro de atención un caso de bullying en Hermosillo, Sonora. El altercado fue protagonizado por “El Chana” (así apodado por sus compañeros de clase) y una niña originaria de Jalisco, a la cual discriminaban por su color de piel y forma de hablar. El primer involucrado ahorcó a la niña hasta dejarla inconsciente alentado por sus compañeros, quienes no solamente observaban, sino que también grababan para posteriormente subirlo a Internet.
Este terrible acontecimiento solo representa uno de tantos casos que se dan en nuestro país y donde se ve involucrada la tecnología como un testigo más de violencia. Así como las herramientas tecnológicas de nuestro presente han sido apoyo para demandar causas, también han sido utilizadas para promover, intimidar y exponer a inocentes.
Por desgracia, la niña involucrada en el acto violento tuvo que abandonar el estado de Sonora, sin saber a ciencia cierta el daño psicológico que sus compañeros provocaron y los estragos identitarios que esto le traerá en un futuro.
La sociedad mexicana está muy acostumbrada a observar este tipo de contenidos tranquilamente, sin tomarles la importancia que merecen. Han descartado la gravedad de los actos de las personas que emiten, reciben y alientan estos mensajes: Niños; así como ignoran el espacio y tiempo en el que se dan: La Escuela.
Según Willard (2004), existen siete categorías diferentes de ciberacoso común:
- Flaming (mensajes de enojo, groseras, amenazas a través de correo electrónico u otros mensajes de texto).
- Denigración (humillaciones envío de estados perjudiciales, falsos, o crueles).
- Acoso en línea.
- Mascarada (robo de identidad).
- Salida (publicación de información confidencial, privada o embarazosa).
- Exclusión (excluir cruelmente a alguien de un grupo en línea).
Para combatir la violencia en Internet y en general, se deben trabajar tres factores esenciales: Padres, hijos y escuelas, esto con el fin de crear una mejor cultura en la navegación e informar sobre las principales problemáticas que los avances tecnológicos están provocando.
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